Despertar Contigo

Escrito el 11/08/2020
Néstor Maceira | Cafh Argentina


Desperté

Y estabas conmigo

Y muy quedamente dijiste:

Deja, yo me ocupo.

 

No te preocupes,

No lo intentes,

No lo empujes:

Yo me ocupo.

Tú camina dulcemente por esta Tierra

Que yo me ocupo.

 

Tú sólo abre tu corazón, tu oído, tu mirada,

Que yo me ocupo.

 

Yo pondré ante ti el manjar de cada día,

Te guiaré por el camino seguro,

Te colmaré con mis tesoros.

¿O no fue siempre así?

 

Camina sereno en la mañana fría,

Bajo el tibio sol del inverno,

Que yo estoy aquí.

No hay modo que no esté.

No hay modo que no te traiga de la mano este maná del cielo.

 

No te preocupes,

No te distraigas,

No proyectes.

 

Solo abre tu corazón, tu mente, tu oído.

Que yo te hablo desde la dulce naturaleza de tu alma,

Desde el firme espíritu de tu ser,

Desde tu naturaleza verdadera

Donde anido,

Donde soy,

Donde estoy todo el tiempo dispuesta para iluminarte,

Para guiarte,

Para construir la vida.

 

Camina

Sobre el pasto helado de agosto,

Bajo el sol tenue del invierno,

Que no hace diferencia

Por donde vayas:

Yo voy contigo.

 

No hay modo que no sea así.

No hay modo que no despliegue ante ti mis tesoros.

Que no traiga a cada instante tu alimento.

 

Déjalo en mis manos.

Camina confiado.

No pretendas.

Deja de lado la fuerza:

Yo soy la fuerza.

Sin ser tuya

Soy tu amor.

Sin ser tuya

Soy tu vida.

Sin ser tuya

Soy toda la realidad que te abarca y te contiene,

Y te sonríe en la simpleza de este instante

Donde el tiempo ha desaparecido.

Néstor Óscar Maceira