Hoy

Escrito el 22/05/2021
Néstor Maceira | Cafh Argentina

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Hoy
Me abandono por fin en tus manos.
Hoy
Dejo de lado completamente mi pasado
Para vivir en tu río de luz,
En tu remanso de gracia,
En tu lecho de amor,
En tu fuego de vida.
Hoy
Ya no soy quien era.
Todos los sueños se cayeron
Y no quise retenerlos.
Por primera vez,
No quise hacerlo.
Hoy me atrevo a lo que nunca me atreví:
Hoy dejo todo y te sigo.
Este es mi voto eterno de unión
Con tu presencia verdadera
Y con cada hijo tuyo y hermano mío,
Humano, animal, vegetal, etéreo o cósmico.
Hoy he abandonado todo intento de comprender.
Ya sé que no se puede.
Entonces solamente
Me entrego a tus dulces manos
En este presente verdadero,
En esta realidad única,
En esta luz de la conciencia.
Ahora,
En este momento sagrado,
Te doy mi cuerpo
Para que lo quemes en tu fuego,
Lo bañes en tu agua,
Lo disuelvas y desparrames en tu viento,
Porque ya no es necesario.
Mis ojos se han abierto desde adentro,
Y contemplo lo que no puede ser mirado con los ojos del cuerpo.
Hoy te doy mi alma,
Mi voluntad,
Mi sueño.
Porque ya no los necesito,
Porque ahora soy tu realidad,
Tu eternidad,
Tu ser inasible,
Tu misterioso aliento.
Hoy acepto mi ignorancia personal,
Mi vacuidad de fondo,
Y deshecho por fin los espejos
Donde creí ver mi rostro.
Hoy acepto la total incapacidad de la mente
De capturar lo absoluto.
Hoy me dejo reposar en tu misterio sin intentar comprender.
Hoy tan solo me permito,
Integrarme en ti,
Ser lo que soy.
Aceptar
La naturaleza inasible de las cosas,
La inasible sustancia de la conciencia
Que como un ojo vuelto hacia adentro
Intentó hasta el cansancio lo imposible
Hasta que por fin,
Abandonó el juego.
Hoy por primera vez
No tengo ni quiero respuestas,
Y me detengo
A descansar
En la simple permanencia,
Que como una sábana tendida hacia adentro y hacia afuera
Se extiende en la luz abierta de mis ojos.