Soy la existencia completa
Que se multiplica en formas
En seres
En espacios
Puedo verme como la forma, el ser, el espacio,
La acotada fracción de un tiempo que comienza y finaliza,
O puedo verme en esa totalidad que es y fluye,
Que permea y sostiene,
Que se expande infinitamente.
Hoy elijo ser la totalidad.
Hoy elijo no definirme por la forma.
Hoy elijo ser la naturaleza completa,
El planeta completo,
La vida completa.
Hoy elijo ser la libertad,
La plenitud,
El misterio que no puede encerrarse en conceptos,
La cualidad de ser en sí que permanece inmanente detrás de todas las apariencias,
De todos los espejismos.
Hoy elijo aquello que por su cualidad intrínseca no deja lugar a la duda
Y a la vez,
No es alcanzable por la descripción.
Hoy soy lo que soy
Antes de ser comprendido y disecado por la razón.
La fuerza que mueve mi corazón y me desafía,
La maravillosa ingeniería natural que diseñó las alas de los pájaros que pasan volando
Y que por un instante
Me permiten volar en ellos.
Soy todos los sonidos de la mañana,
El fresco del viento,
La humedad del pasto,
La agreste corteza,
El musgo suave
Como el amor de todas las madres.
Soy el mundo ciego de las bacterias y los gusanos,
Palpando, avanzando, retrayéndose.
Soy la savia que sube sin que la vea,
Atraída por la tensión de poros abiertos al cielo.
Hojas verdes
Dentro de las cuales
Un incesante y tenaz engranaje de moléculas
Fabrica la vida.
Hoy, ahora, en este momento que nunca cesa,
Me delito en este ser total,
Sin bordes ni vacíos,
Completo en sí mismo,
Incomprensible y perfecto.
Néstor O. Maceira