En la realidad actual, un aspecto importante a investigar sería cómo podemos canalizar el poder de las redes digitales para generar nuevas interacciones, nuevas conciencias, más profundas y trascendentes.
Como dije, todo depende de para qué los uses. Un ejemplo que desarrollamos a lo largo, digamos, un ejemplo de que... de que venimos usando las posibilidades de interconexión que nos brinda la tecnología durante la pandemia, en Cafh, fue la creación de un espacio virtual de oración, que llame a la Sala de Oración.
Y esto nos permite convocarnos a nosotros mismos ya las personas de todo el mundo a reunirnos para orar, para estar juntos en este espacio de contacto, y que, por cierto, ha sido un apoyo muy importante para todos los que participaron y participan en él. Y ese sería un ejemplo de cómo la tecnología puede ser un vehículo muy positivo para desarrollar la interconexión entre los seres humanos, por ejemplo.
Igual ha sido la participación de los grupos de interés a través de los cuales las redes se ofrecen para poder crear espacios temáticos. Nosotros en Cafh trabajamos con el diálogo, la meditación y lo hacemos y lo difundimos a través de las redes y lo concretamos a través de las plataformas que existen para los encuentros y encuentros.
Este sería un pequeño ejemplo de que incluso es posible crear un sentido de conexión, de unión entre personas, a través de medios virtuales. Es decir, sería un ejemplo de que es posible que la tecnología acompañe la expansión de la conciencia.
Pero creo que hay un aspecto que mencionaste que las redes conocen nuestros gustos, nuestras preferencias, nuestros contactos, con quién nos relacionamos y con quién no. Yo creo que ahí, la clave para no ser dirigidos o, por así decirlo, manipulados por estos sistemas por estos algoritmos que los dirigen, en realidad, es cuánto nos conocemos, cuánto sabemos... somos conscientes. son estas preferencias, nuestras inclinaciones y podemos decidir sobre eso en lugar de que otros nos condicionen a partir de ahí.
Creo que ese es un punto clave, porque precisamente es el eje del trabajo que hacemos en Cafh, que es con conciencia, con conciencia propia, es decir, aprender a conocernos profundamente y aprender a orientarnos, a orientar todas nuestras facultades hacia la expansión de la conciencia.
Entonces, esto hace que, digamos, este proceso nos ayude a no convertirnos en prisioneros, por así decirlo, de alguna forma de manipulación que eventualmente puede darse en los espacios virtuales, en las redes.
Como dije, todo depende de para qué los uses. Un ejemplo que desarrollamos a lo largo, digamos, un ejemplo de que... de que venimos usando las posibilidades de interconexión que nos brinda la tecnología durante la pandemia, en Cafh, fue la creación de un espacio virtual de oración, que llame a la Sala de Oración.
Y esto nos permite convocarnos a nosotros mismos ya las personas de todo el mundo a reunirnos para orar, para estar juntos en este espacio de contacto, y que, por cierto, ha sido un apoyo muy importante para todos los que participaron y participan en él. Y ese sería un ejemplo de cómo la tecnología puede ser un vehículo muy positivo para desarrollar la interconexión entre los seres humanos, por ejemplo.
Igual ha sido la participación de los grupos de interés a través de los cuales las redes se ofrecen para poder crear espacios temáticos. Nosotros en Cafh trabajamos con el diálogo, la meditación y lo hacemos y lo difundimos a través de las redes y lo concretamos a través de las plataformas que existen para los encuentros y encuentros.
Este sería un pequeño ejemplo de que incluso es posible crear un sentido de conexión, de unión entre personas, a través de medios virtuales. Es decir, sería un ejemplo de que es posible que la tecnología acompañe la expansión de la conciencia.
Pero creo que hay un aspecto que mencionaste que las redes conocen nuestros gustos, nuestras preferencias, nuestros contactos, con quién nos relacionamos y con quién no. Yo creo que ahí, la clave para no ser dirigidos o, por así decirlo, manipulados por estos sistemas por estos algoritmos que los dirigen, en realidad, es cuánto nos conocemos, cuánto sabemos... somos conscientes. son estas preferencias, nuestras inclinaciones y podemos decidir sobre eso en lugar de que otros nos condicionen a partir de ahí.
Creo que ese es un punto clave, porque precisamente es el eje del trabajo que hacemos en Cafh, que es con conciencia, con conciencia propia, es decir, aprender a conocernos profundamente y aprender a orientarnos, a orientar todas nuestras facultades hacia la expansión de la conciencia.
Entonces, esto hace que, digamos, este proceso nos ayude a no convertirnos en prisioneros, por así decirlo, de alguna forma de manipulación que eventualmente puede darse en los espacios virtuales, en las redes.